En Imandra Project estamos convencidos de que la sostenibilidad debe ser una prioridad en todos nuestros proyectos, y los museos no son una excepción. A medida que avanzamos hacia el 2030, es fundamental reflexionar sobre nuestro impacto y cómo podemos contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La sostenibilidad abarca muchos aspectos, desde el económico hasta el ambiental, pasando por el cultural y social. Se trata de usar los recursos de manera inteligente, sin derrochar, y siempre pensando en el futuro de nuestro planeta y de las próximas generaciones.
Como empresa especializada en el diseño y montaje de exposiciones y museos, tenemos una responsabilidad especial en este ámbito. Existen dos maneras clave en las que podemos aportar:
- Transmitiendo Contenidos de Sostenibilidad: Podemos incorporar conceptos de sostenibilidad en los contenidos de las exposiciones, aunque esto depende en gran medida de la temática de la muestra y de la voluntad del cliente o comisario.
- Fomentando la Sostenibilidad en los Recursos Utilizados: Aquí es donde podemos tener un mayor impacto directo. Vamos a centrarnos en cómo podemos aplicar la regla de las tres “R” en el diseño museográfico: reducir, reutilizar y reciclar.
RECICLAR
El uso de materiales reciclables y reciclados es esencial. En las exposiciones temporales, es importante reflexionar sobre cómo podemos aprovechar los desechos para futuras exposiciones. Un buen plan de reciclaje y la consideración del ciclo de vida de los materiales pueden hacer una gran diferencia. Esto implica pensar en cómo se obtienen los materiales, cómo se utilizan y cómo se desechan o reutilizan al final de su vida útil.
REUTILIZAR
Existen varias opciones para reutilizar:
- Reutilización de soportes expositivos en desuso: Volver a utilizar elementos de exposiciones pasadas.
- Diseño de soportes modulares: Crear elementos que puedan ser usados en distintas exposiciones.
- Creatividad en el uso de recursos desechados: Transformar lo que otros consideran basura en recursos valiosos para las exposiciones, como hicimos con los stands modulares de madera reciclada en la «Feria de la Participación» de FEAPS.
REDUCIR
Es crucial estudiar y minimizar la cantidad de recursos utilizados. Esto incluye evaluar la necesidad de cada soporte y considerar la durabilidad de los materiales según la temporalidad de la exposición. En exposiciones permanentes, es importante construir mobiliario versátil y duradero que no necesite ser reemplazado frecuentemente. Además, podemos reducir el consumo eléctrico y gestionar la energía de manera responsable, como hicimos con el contador de consumo en la exposición «Una Autopista Detrás del Enchufe» de Red Eléctrica de España.
- Uso de la Tecnología: La tecnología puede ser una aliada poderosa para transmitir contenidos y reducir el uso de recursos físicos. Aunque lo digital también tiene su impacto ambiental, en muchos casos es una opción más sostenible. Podemos optar por hojas de sala reutilizables, apps, páginas web monográficas, módulos interactivos y audioguías para mejorar la experiencia expositiva sin recurrir al papel y otros materiales desechables.
- Problema del Plástico: El uso del plástico, especialmente el vinilo, presenta un desafío significativo debido a su impacto ambiental negativo. Siempre que sea posible, deberíamos sustituir el plástico por materiales más sostenibles, como madera, cartón, o pintura directa sobre superficies. También es importante elegir productos con certificación ecológica y que no emitan compuestos orgánicos volátiles.
- Embalaje y Transporte: El traslado de exposiciones es otra área donde podemos reducir nuestra huella de carbono. Reutilizar embalajes, usar materiales reciclables y reducir el peso del embalaje son estrategias efectivas. En la exposición «Con Otra Mirada», utilizamos los propios embalajes como soportes, mostrando cómo la creatividad puede ser clave para la sostenibilidad.
Finalmente, aunque a veces no estamos presentes en la etapa de mantenimiento, recomendamos un buen mantenimiento de los soportes para prolongar su vida útil y evitar el consumo innecesario de recursos.
En resumen, la sostenibilidad en los museos no solo es posible, sino necesaria. Aunque a veces es complicado tener en cuenta todos estos factores, cada pequeño esfuerzo cuenta. Si todos somos conscientes y hacemos lo que está en nuestras manos, podemos acercarnos a los ODS de 2030 y asegurar que nuestros museos sean espacios responsables y comprometidos con el futuro.