Este mes en el Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz se podrá disfrutar de una exposición en la que participa uno de nuestros colaboradores habituales: Emilio Gil, medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y fundador de TAU diseño una de las empresas españolas pioneras en servicios de diseño, Comunicación Institucional y creación y desarrollo de Programas de Identidad Visual Corporativa.

“El punto que se puso a viajar” -según la feliz expresión de Paul Klee hablando sobre su manera de trabajar- es una muestra de cómo dos artistas, José María Cortés y Emilio Gil, se han enfrentado al ejercicio de obligarse a trabajar partiendo de la obra del otro. El proceso de trabajo según la técnica del cadáver exquisito se basa en la cadena de continuidad que se establece en el trabajo entre dos o más creadores: donde yo llego tú continúas.

La técnica del collage se basa en otro tipo de cadáver exquisito. El hecho de ir encadenando piezas que pertenecen a otro tiempo y a otro origen. Los límites de esta pieza son el origen del encaje de la siguiente.

A veces los límites en vez de ser restrictivos son liberadores. A veces, arrancar con un “pie forzado” puede ser sorprendentemente creativo. José María Cortés y Emilio Gil han trabajado según esta doble concepción del cadáver exquisito, planificando su trabajo para que donde acababa el collage del primero comenzará la obra del otro.